Viñas y Vinos

Regenerative Viticulture Alliance, primera certificación internacional de Viticultura Regenerativa

El sello lo ha impulsado la Asociación de Viticultura Regenerativa que lidera Miguel Torres Maczassek, director general de Familia Torres y presidente de Miguel Torres Chile.

 Se trata de una certificación para los vinos que proceden de viñedos regenerativos y, por tanto, contribuyen a frenar el calentamiento global. También, un reconocimiento a los viticultores que aplican este modelo de viticultura y que demuestran la mejora de los suelos en los que producen las uvas.


La certificación internacional Regenerative Viticulture Alliance (RVA), que entró en vigor en abril de 2023, es el mayor estándar en viticultura regenerativa que capacita a los viticultores, elaboradores y consumidores para abanderar la acción climática a través de una viticultura que mejora la salud de los suelos y de los viñedos y tiene un impacto positivo en términos de biodiversidad, secuestro de carbono y ciclos de agua, en las zonas de producción.

La RVA, que ha impulsado Miguel Torres Maczassek, director general de Familia Torres y presidente de Miguel Torres Chile, es una certificación de alcance global focalizada exclusivamente en viticultura, creada por la Asociación de Viticultura Regenerativa, con la colaboración de The Regenerative Viticulture Foundation, y de la entidad internacional independiente de certificación Ecocert, para verificar el cumplimiento de las prácticas regenerativas en los viñedos. El objetivo es, por un lado, reconocer públicamente los esfuerzos realizados por los viticultores y productores de todo el mundo que aplican este modelo vitícola y, por otro lado, certificar los vinos que proceden de viñedos regenerativos y, por tanto, contribuyen a mitigar los efectos del calentamiento global gracias a su función como sumideros de carbono.

Los requisitos mínimos para obtener esta certificación son estar trabajando en viticultura regenerativa durante al menos un año; acreditar una formación en esta temática – curso de iniciación que se imparte desde la asociación – y realizar análisis físico-químicos de los suelos a través de laboratorios acreditados y analíticas cualitativas una vez año. Los vinos que soliciten el sello RVA, deberán disponer del certificado ecológico o demostrar que proceden de viñedos cultivados en ecológico, durante al menos tres años, de acuerdo con la normativa vigente.

Los viticultores y bodegueros que inicien el proceso de certificación dispondrán de una aplicación móvil – también disponible como aplicación web – que contiene un plan de trabajo detallado y un cuaderno de campo para hacer seguimiento de las prácticas implementadas y monitorizar la evolución del viñedo. Para certificar los viñedos como regenerativos, los viticultores deberán realizar una autoevaluación anual a través de la aplicación y una visita certificadora de los viñedos cada tres años, mientras que la certificación de los vinos será anual a través de visitas a la bodega por parte de la empresa certificadora.

La RVA contempla un estado transitorio durante un periodo máximo de seis años para aquellos viticultores que no apliquen la totalidad de las prácticas recomendadas en el estándar, que se indicará como ‘RVA Transition’. Una vez se implementen todas las prácticas de viticultura regenerativa, obtendrán el sello ‘RVA Certified’.

Según Miguel Torres, y también presidente de la Asociación de Viticultura Regenerativa, “queremos fomentar la viticultura regenerativa en todo el mundo, ya que tiene el objetivo de devolver la vida en los suelos y luchar contra el cambio climático. Esta certificación proporciona a los viticultores las herramientas necesarias para entender mejor y monitorizar de una manera más efectiva las prácticas regenerativas, a través de la aplicación, que está vinculada a la certificación para que sea un procedimiento fácil e intuitivo, sin burocracia, accesible a cualquier viticultor o bodeguero que aplique las prácticas requeridas”.

Entre las prácticas regenerativas que la certificación RVA establece como obligatorias están las cubiertas vegetales, no labrar, enmiendas orgánicas, pastoreo racional – o control mecánico sustitutivo -, conservar o aumentar de la biodiversidad, realizar ensayos de campo y análisis microbiológicos y garantizar el bienestar animal y condiciones laborales dignas. Como opcionales, se incluyen la gestión del agua, el uso de fitoterapia o métodos naturales de mejora del suelo entre otros.

Actualmente, Miguel Torres Chile, la viña ícono del Valle de Curicó en Chile, se encuentra en vías de adquirir esta certificación, ello gracias a su trabajo en la consolidación de prácticas definidas por la Agricultura Regenerativa. Cabe mencionar que, la solicitud para obtener la certificación RVA debe hacerse a través del formulario que se encuentra en la página web de la Asociación de Viticultura Regenerativa. Certificación RVA • Asociación Viticultura Regenerativa

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