¿Cómo ser líder y mujer en un mundo masculino?
En un evento convocado por Integralis Consulting Group en el corazón de Recoleta, 15 de las más importantes representantes del liderazgo femenino de la Argentina se reunieron para vislumbrar juntas caminos para reducir la brecha de género e integrar perspectivas de cara a los retos que enfrentan las organizaciones; siendo estos los puntos más importantes de la conversación.
Compromiso
Las participantes profundizaron en la necesidad y responsabilidad por parte de las mujeres líderes de construir un futuro integral. Todas acordaron en que son ellas quienes pueden acompañar e inspirar el cambio dentro de sus organizaciones, actuando como mentoras e impulsando a otras mujeres a alcanzar posiciones de liderazgo.
Cuando recordaron qué consejo les hubiese gustado recibir en sus inicios, Rosana Rueda, Gerente de Personas y Valores en BBVA sostuvo: “Me hubiera gustado sentir más apuesta en mí, más de `confiá en vos misma´. Me parece que la autoconfianza es clave para el liderazgo. Este es el camino de las empresas.”. Por su parte, María Josefina Maluf, CEO de Integralis Consulting también estuvo de acuerdo con este punto: “Cuando arranqué la carrera me hubiese gustado escuchar que confiara un poco más en mis capacidades. Es aquí cuando el rol de mentoras y mentores dentro de la organización sirven como puentes que unen caminos y potencian talento”.
Liderazgo femenino
Uno de los puntos principales del encuentro fue la dificultad actual de ser una mujer líder, con todo lo que ello implica, y la necesidad de construir un modelo de liderazgo propiamente femenino sin repetir el modelo masculino. Liderar se trata siempre de movilizar a otros, en sentido amplio y más allá del género. Sin embargo, el liderazgo femenino tiene su propia impronta, está sustentado por motivaciones distintas al del masculino y, dadas las características y habilidades con las que cuentan las líderes femeninas, resulta de invaluable aporte en la conformación y gestión eficaz de grupos de trabajo, para tomar decisiones en momentos de crisis, así como en la gestión de personas, en general.
Destacando el poder de la intuición, la confianza de ser auténticas y buscar con fervor la construcción de un liderazgo femenino que potencie sus características y virtudes, Lucía Ledesma, Socia Fundadora de ICG y Content Director destacó al respecto: “Creo que las mujeres tenemos una mirada distinta que suma, que complementa a la mirada masculina. Cuantas más perspectivas integramos es más rico lo que podemos lograr juntas”.
Una de las preguntas más transcendentes de este encuentro fue: ¿Cuál es el consejo que pueden regalarle a todas las mujeres que aspiran a ocupar un rol de liderazgo?.
Cecilia Giordano, Partner y Presidente de Mercer respondió: “Mi consejo sería que se decidan a estar visibles, sé que es muy difícil (más para las mujeres), pero si uno responde a las preguntas de quiénes somos, qué propósito tenemos, somos coherentes entre lo que somos, lo que decimos y lo que hacemos, lo vivimos con coraje y nos entrenamos diez mil horas, podemos amplificar nuestra voz…”
Gabriela Leotta, Senior Manager Talent Acquisition en IBM enfatizó en la importancia de la autenticidad y la empatía al estar frente a un equipo “… mi consejo es que sea genuina, que se anime. Que decir que NO, está muy bien también. Que siempre trate de inspirar a todo el equipo de trabajo que colabora con ella, permanentemente, eso es parte de su empatía personal”.
Rosana Rueda por su parte, centralizó su foco en la pasión, “Les diría que se preparen, que le pongan pasión a lo que hacen, perseverancia y que trabajen sobre lo que les apasiona, lo que les gusta. Eso te lleva a un camino de poder liderar a otros”.
Al repasar los mayores desafíos que enfrenta el liderazgo femenino. Cecilia Giordano sostuvo: “Las barreras a las que nos enfrentamos son nuestros propios lentes, nuestros propios sesgos y prejuicios, que lo tenemos hombres y mujeres y creo que esto está arraigado en nuestra cultura; el 63% de las mujeres que terminan carreras universitarias con excelentes promedios no entran al mismo ratio a la fuerza laboral y a pesar de entrar no ascienden con la misma velocidad que los hombres, quiere decir que se empiezan a encontrar barreras invisibles que tiene que ver con sesgos culturales, con prejuicios, con formas de ver la vida que hacen que las mujeres no asciendan. Para que haya una mujer en la mesa se tuvo que agrandar o un hombre se tuvo que levantar para dejarle lugar a las mujeres. Creo que todos tenemos que tratar de naturalizar a la mujer en una posición de liderazgo”.
Al repasar las conclusiones de este poderoso encuentro, María Josefina Maluf, anfitriona del evento, eligió la palabra Construcción. “Considero que estamos avanzando al convertirnos en mujeres mentoras y formadoras. Fue bastante lo que hemos logrado a lo largo de estos años en el mundo y en el país. Ahora vamos por las organizaciones y creo que en el encuentro de hoy logramos conectarnos con eso y con el compromiso de seguir construyendo juntas”.